GERMÁN ALFARO INICIÓ ENFOCADO; TERMINÓ OFUSCADO

Martín Soto

LA GACETA

Germán Alfaro, precandidato a senador por la lista “Juntos para Construir”, mostró anoche dos improntas. Comenzó el debate muy ordenado, con exposiciones claras -que evidenciaban práctica- y desarrolló su plan sobre un camino que se mostraba apacible; expuso su mensaje y se alejó de las chicanas. Pero, en el desenlace, se descompaginó: se enredó en las provocaciones del diputado José Cano y concluyó su participación notoriamente ofuscado al ser etiquetado de candidato testimonial.

No es lo mismo perder que terminar último

El intendente puso sobre la mesa las victorias que obtuvo en 2015 y 2019. Aseguró que se impondrá en la interna y remarcó -más de una vez- que vencerá al oficialismo y que será gobernador en 2023. Mostró gestión con obras que encaró la Municipalidad, como la renovación de la plaza Independencia, la peatonalización en el microcentro, y la revalorización del parque El Provincial, entre otras.

MOLESTO. A Alfaro no le gustó que le dijeran candidato testimonial.

Previamente, mencionó propuestas como blindar el Banco Central para afianzar el peso; reducir la presión impositiva; y elevar paulatinamente el corte de biocombustibles al 25% (hoy del 12%). Se expresó en contra del servicio militar obligatorio; de que personas con adicciones lleguen a ocupar cargos públicos; de una reforma constitucional; y de que se usen partidas jubilatorias para asistencia social. Dijo que hay que endurecer las condenas por delitos de inseguridad y reducir la edad imputabilidad. “No puede ser que puedan votar a los 16 años y no puedan discernir si hay bien o mal”, expresó.

En el cierre, Alfaro disparó contra Cano, quien le reprochaba obras que no hizo. “Me hubieras ayudado. Fuiste ministro y no trajiste ni un cordón cuneta. Hace ocho elecciones que estás y nunca has ganado una elección. Da lugar a otro, correte un poco. Creo que lo que vos querés es un ‘curro’”, arremetió ofuscado.

JOSÉ CANO, CONTRA LAS TESTIMONIALES

Irene Benito

LA GACETA

De remera y pantalón negros, José Cano fue el más provocador de los precandidatos a senador de Juntos por el Cambio. Con el rechazo a las candidaturas testimoniales lastimó a los intendentes Germán Alfaro (capital) y Mariano Campero (Yerba Buena), que tienen mandato hasta 2023. A ambos les espetó los dos reproches que en el bloque anterior había anticipado su compañera de lista Sandra Manzone. Por un lado, Cano advirtió que si Alfaro y Campero asumían su eventual banca, los municipios que dirigían iban a quedar en manos de concejales afines al gobernador Juan Manzur. Por el otro, el diputado saliente manifestó que Campero y Alfaro se disponían a engañar al electorado si su decisión final era declinar el escaño. El ataque terminó sacando de las casillas al jefe municipal de San Miguel de Tucumán, quien dos veces transgredió el reglamento. Pero Campero se llevó la peor parte: Cano lo impugnó por no copiar al porteño Diego Santilli y renunciar a la Intendencia.

UNA INTERVENCIÓN. El diputado saliente y precandidato José Cano.

Al igual que la senadora saliente Silvia Elías en el primer debate de este ciclo de LA GACETA, el ex jefe del Plan Belgrano se presentó como el único precandidato capaz de garantizar una oposición firme al Gobierno nacional. En los tres espacios para el diálogo libre, tomó la iniciativa. Cano dijo que iba a propiciar una reforma para que haya igualdad de acceso a la salud; cuestionó que los guardias urbanos de Yerba Buena sean monotributistas y subrayó el deterioro del Palacio de los Deportes en el Parque 9 de Julio. Cuando Alfaro lo cruzó por la gestión del Plan Belgrano; le endilgó haberse dedicado a jugar al fútbol en Olivos y lo acusó de “querer un curro”. Cano demandó humildad al rival de Juntos por el Cambio y reivindicó varias veces la política como un “proceso colectivo”.

MARIANO CAMPERO: "VOY A ASUMIR LA BANCA"

Daniel Salvador

LA GACETA

El intendente de Yerba Buena insistió en el debate que su candidatura no es testimonial, que si deja su cargo no se alterará el rumbo de la gestión de Juntos por el Cambio porque quedará a cargo una persona de su “equipo de trabajo”, y trató de ser prolijo -hasta donde lo dejaron- en todas sus intervenciones ante los experimentados en estas apuestas políticas, como Germán Alfaro y José Cano. Sobre todo con este último, cuando le espetó que debería haber renunciado y no pedir licencia para hacer campaña, y también que debería “predicar con el ejemplo”. Sólo al cierre con “su minuto” le contestó a Cano. Es que el diputado le hizo el mismo reproche a Alfaro y los dos lo dejaron a Campero “con pocos segundos” para hablar en el intenso duelo verbal que protagonizaron en tercer debate libre. Entonces, se vio en su rostro un gesto de desaprobación por el alto voltaje del “careo”.

EXPERIENCIAS. Campero tuvo que resistir las objeciones de Cano.

En su último momento, Campero -sin dejar de levantar el índice, como todo el debate- subrayó que era “tiempo de lo nuevo, del aire fresco de la política entendida como servicio al pueblo y a los vecinos”, y “en respuesta a José, el 10 de diciembre voy a asumir la banca en el Senado si me votan”. “Quiero defender a los tucumanos y darle pelea a las postergaciones en que hoy nos encontramos”, apuntó. Y a continuación, ensayó la única crítica hacia el intendente de la Capital tucumana: “tenemos en nuestro espacio también la opción kirchnerista, .como es Alfaro, y espero que él, al igual que José, si llegara a ganar, me acompañen para que podamos llegar al Senado”.

En la mayoría de sus intervenciones, Campero mencionó los desaciertos del actual Gobierno nacional, principalmente con la retenciones a las exportaciones, y a la gestión kirchnerista, y dijo estar a favor de la reforma constitucional para evitar las reelecciones.